No es inusual que se produzcan milagros en situaciones de
crisis, porque éstas hacen aflorar en tu conciencia la parte más profunda de tu
alma.
No existe ningún conflicto que sea real, puesto que no ha
sido creado. Cualquier conflicto que se percibe como real es sólo una
interpretación equivocada, examina la idea que ha producido una emoción que tú
consideras dolorosa y que has proyectado sobre una persona o una situación
determinada.