“No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo”
(Juan 3:7)
La época de Navidad es un gran momento para nosotros, porque existe una energía de amor y de dar en el ambiente, pensamos una y otra vez ¿qué regalar que sea una muestra significativa del cariño que siento por el otro?, indiferentemente de lo que hicimos durante todo el año…como niños pensamos que un “regalo” será suficiente para dejar en claro mis afectos… sin embargo hay varias cosas que pasamos por alto, una de ellas es olvidar a los dos seres más importantes de nuestra existencia… Dios y yo mismo… que paradójicamente tienen gran similitud.
Quizás muchos puedan decir que es una perspectiva egoísta, puede que sea así…pero me hace inmensamente feliz, el poder regalar a esas dos seres tan importantes… obviamente también me gusta el ritual de regalar… pensando en que me regalaría a mi misma… me sorprendí al descubrir que he logrado “obsequiarme a mi misma”… curioso juego de palabras… el mejor regalo que me ha dado Dios en colaboración con mis padres es darme la vida, el hacer posible el que yo pueda estar “aquí y ahora” es un precioso regalo que jamás tendré lo suficiente para compensarlo, pero si me propongo “SER” y vivir de tal manera que muestren que honro ese maravilloso acto…
Volviendo a obsequiarme a mi misma… reconozco que soy un regalo para el universo y por ende el universo es un regalo para mi misma… ¿cuánto de nosotros nos atrevemos a darnos un pequeño obsequio? O ¿cuanto de nosotros nos atrevemos a considerarnos tan preciados que nos ofrendamos a nosotros mismos?... siento que aún hoy día no logramos percibir el verdadero mensaje de Cristo, uno de los que más me conmueven es que el “se dio a sí mismo, en servicio, en amor”…
Entiendo que es mucho más fácil dar un regalo material, pero que hermoso es vivir cada día como un hermoso regalo en la vida de todos los que nos rodean, una vez más implica responsabilidad y humildad… el vivir y ser feliz es una ofrenda ante Dios… uno de los rituales que más disfruto en esta época es ver al universo como un hermoso “presente”, los rayos del sol iluminando mi rostro, las estrellas que guían constantemente a mi corazón, la presencia de maravillosos ángeles en forma de amigos, la esplendida luna que me llena de serenidad.
Todo lo material es perecedero… pero el amor “Nunca deja de SER”…lo recibimos a raudales y en la medida que lo damos tiende a expandirse y es junto la experiencia lo único que nos llevamos al partir…
Agradezco de corazón a todos aquellos ángeles que Dios me ha regalado en forma de amigos, para que mi camino sea mucho más placentero, todos pasan por mi mente en estos momentos y mi mayor deseo es mantenerme presente para Uds. en amor así como lo hacen conmigo… gracias por titilar con su maravillosa luz y guiar constantemente mis pasos… mi mayor deseo es que mi vida sea una constante ofrenda a sus pies de servicio y entrega…
Invoquemos la energía de Cristo en nuestro interior, permitamos que la paz y la serenidad despierten en su presencia e inundemos al mundo de su luz… demos por ofrenda nuestra rendición al amor, mi mayor deseo es ser un canal constante para que Dios se manifieste, que mi presencia de testimonio del amor divino… vivir ofrendando mi vida misma…
Permite que nazca en el pesebre de tu corazón el niño Dios y permite que en tu morada reciba todo el amor que merece… no olvides que es “el salvador del mundo”…
Con amor…Luz.
1 comentario:
Feliz Navidad para todos
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