Cuántas veces, hemos sentido estar listos para algo y las cosas no resultan a nuestro favor! Me imagino que en variadas ocasiones pensamos e indiscutiblemente tenemos la sensación extraña de satisfacción diciéndonos en nuestro Ser interno “Ahora es el momento”. Sin embargo como dice nuestro título paradójicamente salen al camino señales que nos inducen a frustrarnos en primera instancia, nos embarga un desconcierto y nos preguntamos ¿Pero si yo tenía todo para lograrlo? ¿Qué hice mal ahora?
Cuando logré despojarme de todo lo que implica el atisbo, tales como las estructuras implantadas por la sociedad, el encasillamiento de los conceptos para dar definición a algo, los parámetros que uno mismo se impone, de decir, esto puedo hacerlo, esto no puedo, fue después de ese milésimo instante como cuando tu mirada encuentra la luz que necesitabas, para saber que estas a salvo de la oscuridad, es que vislumbré que al manifestar preparación para algo, es en ocasiones el punto de partida y no la meta.
Con esto deseo transmitirles que nuestra primera falacia es pensar que nos debemos enfrentar a algo, y que para poder avanzar necesitamos ir bien armados no solo de protección sino también de estrategias para quebrantar la manifestaciones que resulten ir en contra de lo que hemos planificado e intentar salir de allí con las menos heridas posibles. Primer error.
Luego el intentar imponer lo que deseamos a nuestra vida sea como sea es atarnos a algo que solo debe quizás manifestarse y salir de ella. Ocasionando el nacimiento del miedo Segundo error.
El sentir que renunciamos o sacrificamos para acceder a lo nuevo es nuestro Tercer error.
La verdad del sentirse preparado (a) es que El Universo se encarga de presentarnos las situaciones sin mayor esfuerzo, las metas son cumplidas sin necesidad de protección. ¡Se da tan fácil el caminar! Que cuando te das cuenta mirando hacia atrás te verás en la cima de una montaña. Percatándote que al subir ni siquiera sentiste la falta de oxigeno o cansancio, esa es la real esencia del “Estar Listo”.
El que nuestro ser holístico se encuentre en equilibrada armonía, es primordial para ser conscientes de estos mensajes externos, que de alguna manera nos va perfilando externamente lo que debemos trabajar en forma interna y viceversa. Para llegar a los propósitos deseados.
¡Ah!, no olvidar que cuando algo se presenta y nos cuesta una enormidad sobrellevar esa situación y por más que nademos, las cosas no salen como esperamos, debes dejarlas marchar porque sólo aparecieron allí para indicarte lo que debes aprender pero no para cumplir tus deseos más profundos. Cuando el platillo está preparado no se requiere esfuerzo anexo para servirlo.
Cuando logré despojarme de todo lo que implica el atisbo, tales como las estructuras implantadas por la sociedad, el encasillamiento de los conceptos para dar definición a algo, los parámetros que uno mismo se impone, de decir, esto puedo hacerlo, esto no puedo, fue después de ese milésimo instante como cuando tu mirada encuentra la luz que necesitabas, para saber que estas a salvo de la oscuridad, es que vislumbré que al manifestar preparación para algo, es en ocasiones el punto de partida y no la meta.
Con esto deseo transmitirles que nuestra primera falacia es pensar que nos debemos enfrentar a algo, y que para poder avanzar necesitamos ir bien armados no solo de protección sino también de estrategias para quebrantar la manifestaciones que resulten ir en contra de lo que hemos planificado e intentar salir de allí con las menos heridas posibles. Primer error.
Luego el intentar imponer lo que deseamos a nuestra vida sea como sea es atarnos a algo que solo debe quizás manifestarse y salir de ella. Ocasionando el nacimiento del miedo Segundo error.
El sentir que renunciamos o sacrificamos para acceder a lo nuevo es nuestro Tercer error.
La verdad del sentirse preparado (a) es que El Universo se encarga de presentarnos las situaciones sin mayor esfuerzo, las metas son cumplidas sin necesidad de protección. ¡Se da tan fácil el caminar! Que cuando te das cuenta mirando hacia atrás te verás en la cima de una montaña. Percatándote que al subir ni siquiera sentiste la falta de oxigeno o cansancio, esa es la real esencia del “Estar Listo”.
El que nuestro ser holístico se encuentre en equilibrada armonía, es primordial para ser conscientes de estos mensajes externos, que de alguna manera nos va perfilando externamente lo que debemos trabajar en forma interna y viceversa. Para llegar a los propósitos deseados.
¡Ah!, no olvidar que cuando algo se presenta y nos cuesta una enormidad sobrellevar esa situación y por más que nademos, las cosas no salen como esperamos, debes dejarlas marchar porque sólo aparecieron allí para indicarte lo que debes aprender pero no para cumplir tus deseos más profundos. Cuando el platillo está preparado no se requiere esfuerzo anexo para servirlo.
Autora; K.A. CAZENOUVE
