El amar es un acto de responsabilidad y entrega, para hacerlo hay que ser valiente y honesto con nosotros mismos… es necesario tener seguridad ante todo en nosotros y sobre todo un profundo amor y conciencia de lo que somos en esencia… me asombra el ver como se dan tantas relaciones llenas de drama y dolor, donde estamos imposibilitados para dar amor porque somos incapaces de dárnoslo a nosotros mismos…
El navegar en las profundidades del dolor genera victimismo y nos disminuye con ello fuerza vital… que no es más que desconexión con nuestra divinidad… el asumir cerrar situaciones inconclusas hace que cobremos fuerza del alma y avancemos con fuerza hacia delante… ¿por qué caminar con grilletes atados a los pies? Podemos volar alto, al hacer contacto con nuestro ser… esa que yace dormida en nuestro interior…
En ocasiones nos decimos a nosotros mismos que queremos solucionar crisis en nuestra vida, pero cuanta energía de nosotros colocamos en forzar las cosas a lo que nosotros queremos y por ello se sufre… el asumir implica accionar… es de valientes el hacerlo, aunque se sienta el miedo en cada célula del cuerpo, porque de esta manera se adquiere la verdadera maestría en el arte de vivir…
Una de las estrofas de canción que más me gusta es la que dice que “Dios es verbo, no sustantivo”… es decir Acción… en consecuencia el ejercer nuestro derecho de accionar sólo nos coloca en concordancia con nuestras habilidades innatas…
Si sufres… acciona … cambia la situación, sólo es cuestión de decisión y voluntad… para establecer un contacto real con nosotros mismos y con los demás, es imprescindible primero tomar consciencia, percibir las sensaciones en nuestro cuerpo, en nuestra mente y reunir la energía necesaria para movilizarnos a cambiarlas… no somos veletas a la deriva… tenemos en nuestras manos el timón de nuestro barco, que aunque se tope con algún huracán, podemos llevar a puerto seguro con la brújula de nuestro corazón enlazado con nuestra firme voluntad dirigida por una mente congruente y armónica…
Cada tormenta que se presenta en mi vida la veo como una oportunidad de hacerme mejor capitán de mi destino y una manera de reconocer la maestría que voy alcanzando en el arte de vivir… puede que en momentos me sienta pérdida o que el mar me tragará, entonces coloco “el piloto automático” y me voy en oración de corazón y le digo a Dios “ya hice todo lo que creí que era necesario, ayúdame a ver en estos momentos otras posibilidades”… y cuando es el momento perfecto algo se me ocurre que es congruente con esa Diosa que vive en mí y te aseguro que no soy más ni menos que tú… cada uno de los habitantes de este universo es un Dios en potencia… por lo tanto Verbos…conjuguemos los tiempos y circunstancias para nuestra felicidad… que al final es la de todos…
Con amor…Luz
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