8 de septiembre de 2011

¿Por qué no somos felices?



Existen 4 dragones internos que obstaculizan nuestro camino a la felicidad y que nos llevan al sufrimiento y al dolor permanente en este mundo.

1)     La culpa: Tienes la percepción que has herido a otras personas, que no has amado lo suficiente, que les atacaste por miedo y heriste sus más tiernos sentimientos, por lo tanto no te consideras digno de amor y felicidad. Cuando sientes culpa, lo único que tienes es miedo al amor y te escudas detrás de una barrera que te separa del otro. Impidiendo de esta manera que puedas percibir tu estado de inocente amor que produce paz.
2)     Creencia de que el cuerpo es valioso: posees la creencia de que si no te mantienes joven y estéticamente “bello” o no posees bienes materiales como sinónimo de éxito económico, eres un fracasado. Esto ocurre porque valoras tu cuerpo material como lo más importante que posees, por tal motivo vives tu día a día con la sensación de que estar vivo implica un sacrificio, al tener que caminar por el valle de dolor que representa a este mundo.   El cuerpo en sí, es un medio para recobrar tu verdadera identidad y cuando lo usas para obtener placeres materiales, vas camino al sufrimiento porque los placeres del cuerpo producen apegos y con ello no te digo que el modelo ideal de vida sea el ascético, lo que te digo es que al vivir en este mundo con la visión de la eternidad porque es allí donde se encuentra lo realmente valioso.
3)     El miedo a la muerte: es lógico que sientas miedo porque si le das tanto valor al cuerpo y al mundo material donde éste se mueve, en consecuencia la muerte implica que pierdes todo aquello que es valioso para ti. Al identificarte con lo que “Tienes” en apariencia desaparece lo que “Eres” y no tienes otra opción que llenarte de angustia, de estrés  y de pánico; por tal motivo tus emociones empiezan a hacer estragos en ese cuerpo que valoras tanto, hoy día es bien conocido que los estados emocionales  influyen  en el origen de las enfermedades, que irremediablemente te producen la temida muerte.  Toma consciencia de que logrando tu paz interior y aquietando tu mente, llenándola de serenidad y alineándola con la mente de Dios puedes gozar de vida eterna en Él.
4)     Miedo a Dios: cuando tienes una visión de un Dios “castigador y despiadado”, es normal que quieras separarte de él. Te inspira un miedo paralizante, esto ocurre porque realmente lo desconoces. Cuando permites que el haga su voluntad de amar a través de ti y te rindes a su guía, realmente logras reconocerlo y perder todo tipo de temor. Recuerda que sin temor a Dios puedes contemplar al otro con amor y puedes ver a Dios a través de Él.

Cuando se aprende a apagar el fuego de estos 4 dragones se alcanza la paz que es el vuelo directo a la felicidad que es posible, cuando descubres tu inocencia, valoras lo eterno y por ende te valoras a ti porque la eternidad mora en ti al Ser la voluntad de Dios.

Con amor…Luz

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Apegos fundamentalmente.

J.

Luz Rodríguez dijo...

Efectivamente J. Apego a esta ficción de mundo que nos hemos creado!! Gracias por tu comentario.

Con amor...Luz