3 de octubre de 2009

El amor de pareja como amor real



En algunas oportunidades es tanta nuestra añoranza de Dios...que él con su infinito amor se hace un Dios terrenal y se presenta en el cuerpo de una persona que llega a nuestra vida como un mágico regalo, enseñandonos que el milagro del amor existe y se instala en nuestro ser...haciendo de nuestro mundo interior un lugar maravilloso para compartir, donde fertilizamos espiritualmente un jardín compartido...donde se construye un espacio sagrado para un "nosotros" y por ende para un "Todo" como Dios mismo.

Con amor...Luz.

8 comentarios:

Ps. Carmen Gloria Segovia dijo...

Independiente de tener o no una pareja con la cual compartir, cada persona es responsable de trabajar su propio jardín, el cual es intranferibe y no se puede compartir...lo que se puede compartir es la condicion de jardineros que comparten una misma labor....

Enrique dijo...

Gracias por ser tu ese mágnifico regalo para mi.

Existe un jardín, como bien dice Carmen, que es personal e intransferible, pero también es posible construir ese jardín de "nosotros" que luego ofrecemos al Todo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Vaya que valió la pena subirlo.

Gracias por compartirlo Luz, es hermoso el mensaje!

J.

Anónimo dijo...

No se puede pensar en el amor de pareja como algo idealizado y totalmente utópico, el conocer a alguien y compartir el día a día, el poder entender tus procesos y vivirlos intensamente es lo que permite crear las bases para una relación auténtica, me pregunto Luz, ¿estás decidida a ello? o seguirás creyendo en fantasías?

Entiendo tu manera de ver la vida, pero dime princesa no te das cuenta que te dejas engañar por algo que posiblemente no sea real, ¿cómo confiar o creer que alguien te ama, sin verle a los ojos?, ¿no es eso basar una relación en una absoluta mentira?¿por qué basar una relación dónde eres tu la única que arriesga? ¿dónde queda tu concepto del equilibrio entre dar y recibir?

Se que dirás que te digo todo esto porque estoy enamorado de ti y es parte de la realidad, pero toma en cuenta que soy hombre y puedo saber un poco como pensamos y actuamos, y alguien te lo tiene que decir, así tenga que ser yo.

Martín di Mattias

Anónimo dijo...

No existe mayor ideal por el que luchar, que aquel que involucre el amor real y que te haga vibrar hasta la última célula de tu corazón.

Felipe Haynes

Ps. Carmen Gloria Segovia dijo...

El amor real, difiere en ciertos aspectos de los cuentos de fantasia....en el sentido de "y vivieron felices para siempre", no en el sentido de no vivir la felicidad, difiere en relacion a seguir un esquema lineal, a entonces b....la realidad y por ende el amor, no es lineal...el amor real requiere adentrarse en la espesura del bosque, con el riesgo de perderse de los propios deslindes de las plantaciones mentales...si no te das la libertad de perderte...entonces como te puedes encontrar??..
Asi tambien, esta el otro extremo..aprender a romper la seguridad que da a las aguas el propio acuario con sus deslindes..como los delfines rompen la inercia de salir de la seguridad que le brinda el medio liquido, y saltan hacia el aire en forma CURVA, circular, integrando el aire al agua ...
Las tormentas no necesarimanete son para vivir "atormentado"...sirven para establecer QUIEBRES en el clima al que te has acostumbrado a vivir.....

Anónimo dijo...

Que bonito Luz, me recuerda a el entorno donde crecimos siempre lleno de amor, respeto y entrega, es por eso que para nosotros la meta es alta y pensamos tanto en con quien establecer esa relación armoníca que nos han enseñado, pero se que no es imposible; si ellos lo lograron nosotros también lo haremos si tenemos fe.

Isma

Sara dijo...

Cuanta sabiduría hay en esta explicación del verdadero amor de pareja. Ahora comprendo que el amor verdadero no se basa en las mariposas en el estómago cuando ves a tu amado, o en la pasión que haya al besarlo… Tiene una base mucho más solida e inquebrantable, que es la del compromiso, el estar junto al otro en los momentos difíciles, acompañarlo en sus cambios, animarlo en la desilusión, disfrutar las alegrías y sobrellevar las caídas que nos va trayendo la vida, y mirar al otro con amor, sinceridad y respeto.

Como siempre, GRACIAS...

Un abrazo,
Sara.