21 de julio de 2010

Expectativas en las metas...


Las grandes elevaciones del alma no son posibles sinó en la soledad y en el silencio.
-Arturo Graf-

Algunas personas se preguntan ¿qué hacer con las decisiones que toman y luego no son lo que esperaban?... reflexionando en ello cuento lo que ha sido mi experiencia hasta ahora … cuando tomo una dedición y luego me veo decepcionada… es simplemente porque tenía muchas expectativas colocadas en ello, y las experiencias de vida cuando van plagadas de estas, me alejan del “instante santo”, de este momento, entonces hacen que me enfoque en una meta lejana… que me hace colocar mi atención en un futuro lejano.. y estoy tan distraído evocando ese momento que pierdo mi presencia en el ahora y no veo las bendiciones que están a mi alrededor… ocurre entonces que cuando llego a la meta… me encuentro de pronto con las manos vacías porque no he disfrutado el recorrido de llegar a la meta… no es la meta, es el camino y las experiencias adquiridas lo que al final me deja una agradable sensación para saborear el alcance de cualquier "sueño" …

Siento una profunda adoración por las montañas y me preguntaba una y otra vez ¿el por qué los antiguos profetas subían a ellas para hablar con Dios?… hoy lo he comprendido… hay varias razones una de ellas es porque el subir la montaña implica un “esfuerzo” en función de una meta, luego que llegamos a la cima se puede por un lado, reposar serenamente del recorrido y sentarse allí…sentir la paz infinita de observar lo pequeño de todo los obstáculos que atravesamos…ya desde esta nueva perspectiva, además de lo lejano que de pronto se vuelve lo que hemos caminado y de todo lo que se fortaleció nuestro cuerpo y nuestro Ser en el camino a la meta… de los encuentros y desencuentros que vivenciamos… en ese momento allí en contacto con la naturaleza… sintiéndonos dueños de nosotros mismos y satisfechos por nuestros esfuerzos… no podemos sino sentir la presencia de la divinidad y la profunda paz que se siente en ese instante

En algunas oportunidades el camino parece volverse borrascoso y nos detenemos y tomamos otra ruta que de pronto es una pendiente y bajamos en vez de subir… en ocasiones hay que bajar para tomar un camino ideal para nosotros… nuestras decisiones cada una de ellas son perfecta… aunque por momentos pareciera que nos alejamos de la meta… hay algo dentro de ti que siempre te dice que estas “andando” y ese andar es perfecto para ti y sabes ¿por qué?... la respuesta está en los parques donde los padres llevan a los niños… observa con detalle lo que hacen los padres amorosos… dejan a sus hijos explorar, descubrir, inclusive caerse… pero jamás le quitan la vista de encima y están atentos a cualquier pedido de auxilio o de amor, sólo le dan espacio a sus retoños… entonces si Dios es el padre perfecto… como dudar de que haga eso y mucho más…

Dios de alguna manera siempre nos acompaña todo el camino… y este camino sea cual sea siempre nos conducirá al lugar adecuado y traerá el maravilloso regalo de la experiencia y que más es ello sino el “VIVIR”… el experimentar… el descubrir caminos misteriosos, desolados, desérticos, floreados… al final tendrás la satisfacción de haberlos vivido por ti mismo y no que nadie te los cuente… una de las cosas que quiero decir al final de mi vida es…”VIVI LA BUENA VIDA Y ESTA FUE PERFECTA PARA MI”… con sus lagrimas, sus sonrisas, sus sin sabores, con lo que sea que ella me traiga…la vivo con arrojo y valentía porque en mi corazón… Dios se experimenta a través de mí y yo lo hago a través de él…

Volviendo a la pregunta original… he aprendido en los muchos caminos que he recorrido, que la única “expectativa” que me hago que me reduce las posibilidades de sufrimiento, es el deseo sólo de empezar el recorrido sólo por la satisfacción de hacerlo, de descubrirlo y sobre todo de aprender a ser yo misma a través de él… todas las respuestas siempre están dentro de ti… eres un Dios y una Diosa creadora… sólo ejércelo… lleva una paleta de colores y ponle colores, dibuja las mas hermosas flores… coloca un sol gigantesco y en las noches un cielo estrellado… y sólo disfruta…de tus creaciones… explora… y redescúbrete en el silencio de la montaña … sobre todo ama tus experiencias de camino y ándate con la liviandad del Ser…

Con amor… Luz

PD: Desde hace algún tiempo cada vez que tomo una decisión tarareo esta melodia e imagino que Dios me la susurra al oído...
http://www.youtube.com/watch?v=Glo8hQlT_ic

3 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias amiga... eyling

Antonio dijo...

No cabe duda que el camino a la meta es la aventura que conforma la vida, y es ésta aventura la que nos retroalimenta y contribuye a nuestro crecimiento. Vivir el camino en el presente, con pasión, es disfrutar la vida misma...

¡¡Caminante no hay camino, se hace camino al andar!!

http://www.youtube.com/watch?v=jVoJg5BmyLY&feature=related

Anónimo dijo...

No hay camino alguno que nos conduzca a la verdad, y no hay dos verdades. La verdad no es del pasado ni del presente, es intemporal; y el hombre que cita la verdad del Buda, de Shankara, de Cristo, o aquel que meramente repite lo que yo digo, no encontrará la verdad, porque la repetición no es la verdad. La repetición es una mentira. La verdad es un estado del ser que surge cuando la mente que busca dividir, ser exclusiva, que sólo puede pensar en términos de resultados, de logros, ha llegado a su fin. Sólo entonces existirá la verdad. La mente que hace esfuerzos que se disciplina a fin de lograr un objetivo, esa mente no puede conocer la verdad, porque el objetivo es su propia proyección, y el hecho de perseguir esa proyección, por noble que sea, es una forma de culto de sí misma.
J. Krishnamurti