Dios nos ha dotado de un maravilloso jardín que me gusta llamar “vida” y en el mismo nos ha permitido gozar de la presencia de flores “amigos” que embellecen el lugar… algunas de estas flores llenan el ambiente con sus olores, sus colores y su mágica presencia…
He tenido la dicha de gozar de la compañía de hermosas personas que considero mis amigos… algunos me conocen mucho, otros poco… pero cada uno de ellos me ha acompañado a lo largo del camino regalándome su alegría, sus esperanzas, dándome ánimo para que logre mis metas o advirtiéndome ante un camino sinuoso, todos con su naturaleza, con sus miedos, pero principalmente con su infinito amor…en ocasiones no entiendo el mensaje que me quieren transmitir, en otras son aliento para mi alma… están allí como mensajeros de Dios…trasmitiéndome hermosas enseñanzas… de amor, de paciencia, de sabiduría…
Nos hemos juntado con el propósito de crear paz, sanando relaciones principalmente con nosotros mismo al verse reflejadas en nuestro exterior… cada vez que un amigo me dice algo… reviso en mi interior y observo si es algo que me estoy repitiendo a mi misma o si simplemente es una oportunidad de reafirmar mi trabajo interior… se que tengo el universo en su totalidad dentro de mi y cada día lo abrazo por medio de las personas que están junto a mi, porque reconozco que son una manifestación del amor de Dios… al descubrir en cada relación el amor divino comprendo el propósito de ella… de la vida… procuro elevar cada día mis relaciones al altar más elevado pidiéndole a Dios que sane toda relación para que se manifieste su presencia en ella… que me permita amar profundamente a cada uno de mis semejantes… sin juicios, aceptando, que me permita ver en los ojos de toda criatura viviente su presencia.
Cada día estamos más consciente de “la unidad”… ahora sabemos que somos una gran familia, la labor más importante ahora es averiguar con qué rapidez podemos hacerle justicia a nuestro conocimiento de la unidad que formamos… cuando sabemos que algo es cierto somos responsable de ello de una manera distinta a cuando no teníamos ese conocimiento… ahora que somos UNO, Dios espera que vivamos de acuerdo con esa realidad…
El ser responsable de que cada acto que realizamos afecta al resto, mis triunfos son los triunfos de mis amigos… mi dolor el de ellos…el bienestar de la humanidad es mi propio bienestar…al mirar en mi corazón tomo consciencia que la paz que pueda sentir le pertenece a todos y en la medida que sea capaz de ver todo con serenidad, con armonía, en esa medida… el universo entero cantará conmigo melodías de paz… gracias a todos los maravillosos “ángeles” que Dios me ha regalado, para que constantemente recuerde que está junto a mi y prueba mi fortaleza en el único propósito que vale la pena tener en esta vida… AMAR…
Con amor…Luz
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