¿Por qué contentarnos con vivir a rastras, cuando sentimos el anhelo de volar? (Hellen Keller).
Hoy pensaba en la conexión con la vida porque tiene un significado muy especial para mí, debido a que gran parte de ella viví anclada a la muerte, y la mayor parte inconsciente de ello. Cuando estoy conectada con el “no merecimiento”, cuando creemos firmemente que “la vida es dura”… estamos desconectados del milagro que ella implica.
El proceso para reconectarme con la vida llevó su tiempo y no fue un solo acontecimiento, sino una cadena de ellos… pero sobre todo implicó sentir el amor divino en mi corazón… el sentir que Dios en todo momento con sus brazos amorosos estaba dentro de mi, marcó el inicio para reconocer la luz de la existencia.
Me gusta usar el seudónimo de Luz, porque para mi la luz es vida… y con cada respiración voy emergiendo del impulso de la muerte, el enfermar nos indica que perdemos cierta conexión con nuestro cuerpo, si bien es cierto que es un error identificarse con el; también es cierto que el es nuestro mayor receptáculo de lo que está sucediendo en nuestra mente y en nuestro corazón… el recibe los llamados de auxilio de nuestro SER.
Puede que nuestra inconsciencia nos lleve a enfermarnos en una búsqueda incesante de la muerte y lo más increíble de todo que nos engañamos a nosotros mismos diciéndonos que amamos la vida, pero estamos en tal estado de negación que buscamos con vehemencia la muerte pero somos incapaces de admitirlo. También cuando dormimos en exceso, estamos como en una especie de resignación silenciosa, ocurre sobre todo si normalmente estamos acostumbrados a “luchar” por la vida… aquella vieja creencia de que “la vida es dura… hay que luchar”, entonces vamos de un continuo movimiento a un extraño cansancio que solo nos provoca estar durmiendo; muchas veces nos justificamos diciendo que estamos muy cansados… pero digo con propiedad que no es más que una evasión… un morir sin pasar por la muerte…
Cuando vemos partir a nuestros seres queridos se crea un movimiento natural hacia la muerte, porque con nuestro amor de niños deseamos seguir a los que se fueron… sin embargo la verdadera fuerza del amor radica en vivir la vida lo mejor posible y dedicárselas a nuestros seres queridos que ya partieron… reconozco que la vida en muy corto tiempo me hizo despedirme de seres muy amados para mi… pero ahora cada día de mi vida respiro profundamente procurando vivir intensamente, dedicando mis actos en amor devocional a esas personas que ya partieron… haciendo que mi vida valga la pena… le doy gloria y alivio a ellos y hoy día reconozco que no hay muestra de amor más grande…
Conectarse con la vida implica tomar contacto con nuestro mundo interior y emocional, lo importante es tener la fe absoluta de que allí encontraremos a Dios recibiéndonos con los brazos abiertos… recordándonos el valor de la eternidad… la muerte sólo existe en nuestras finitas mentes… reconectemos con la única verdad posible… el amor que somos y este es eterno… vivamos con intensidad con ánimos por el sólo placer de ejercer lo que somos…Luz de vida.
Con amor… Luz
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