31 de octubre de 2009

La inteligencia divina


Hay momentos y circunstancias maravillosas en que la belleza propia de la simpleza, explica casi por completo cualquier pregunta que uno pueda tener en cuanto a la existencia.

Por ejemplo anoche, en medio de la canción que más esperaba en un concierto, eleve la mirada al cielo despejado y estrellado, y pude contemplar en perspectiva, un sentimiento. Si, lo observé con mis ojos físicos. No es una idea tan abstracta como parece, aunque esto solo puede concebirse, cuando se tiene bien sentado el concepto de escuchar los colores, y ver el sonido. Integración total a la realidad divina. Integración total al entender la inteligencia divina.

Y es que cuando nos fundimos cada vez más y más, con el compromiso de ser cada día mejores personas dentro del sendero espiritual que escogimos a nuestro gusto y necesidad, Dios se va mostrando en detalles simples, que resumen todo nuestro complejo conocimiento, concatenándolo en un principio (la Ley del Principio) de la que partirá indefectiblemente toda respuesta a toda pregunta.

Alguna vez se preguntaron, ¿por qué no existe un texto que diga absolutamente toda la verdad?

Es que es imposible que exista, porque toda la verdad está y estará siempre dentro de nosotros mismos como bien sabemos. Siempre existirá decepción si uno se fundamenta solamente en un texto o en una verdad mostrada por otros, o en una sola filosofía o en una sola línea de pensamiento. Es cierto, según el grado en que se encuentra el alma, es necesario quemar etapas, pero ¿qué hay si nos anclamos en verdades hermosamente simples, que nuestro corazón acepta sin más enredos de la mente? Ahí creo que tenemos un extraordinario secreto, que acortará el sendero al objetivo final.


Hoy quiero dejar todo mi conocimiento atrás por un momento, creo que puedo entender la realidad el suprauniverso, de Nebadón, de la espiral logarítmica, la ingravidez, del cálculo infinitesimal, de las complejas iniciaciones egipcias, de la matemática cabalística, del vuelvo de una ave, del pensamiento, de la multidimensionalidad, de la sonrisa, el amor... con un solo concepto. No lo intentaré explicar, porque creo que es imposible, no podría definirlo con exactitud por este mecanismo de la escritura. Tan solo puedo decir, que cuando uno empieza a entender la inteligencia divina, todo absolutamente tiene una respuesta, y sobretodo, un sentido.



J.

4 comentarios:

Ps. Carmen Gloria Segovia dijo...

Que bien J.! Asi es, Dios es un genial ingeniero jeje, en donde TODO ESTA RELACIONADO Y UNIDO, cada aspecto de las multiples realidades...solo basta que surga la INTEGRACION INTERNA, para que se manifieste la inteligencia espiritual en nosotros y podamos completar el gran puzzle de la vida, integrando todas sus piezas en una sola.
Eso explica tambien,por ejemplo,la sabiduria de un chaman analfabeto....el gran conocimiento se adquiere reconectandonos a esa inteligencia espiritual o divina
La esencia de todo es Luz, Sonido y Color....que linda tu experiencia de captar el color a partir del sonido! :)

Anónimo dijo...

Glo me gustó mucho tu comentario!

Lo del chamán es preciso, pero podría ampliarlo a por ejemplo, la intución animal para procear o conseguir comida... la llamada "sabia madre naturaleza", al sentido común, a la efeciencia dentro de la complejidad, al equilibrio, al buen gusto, a la organización, al reconocimiento de un Ser superior, a ver el Sol como un Dios (en realidad asi es), etc.

Gracias por tu maravillosa ampliación. Tu punto en la i enaltece.

J.

Luz Rodríguez dijo...

Muy buena entrada J. te felicito, gracias por compartirla... a la larga siento que no se trata solo de dejar el conocimiento... desde mi punto de vista es más el integrar en amor, porque cada aspecto cumple su función.

Con amor...Luz

Anónimo dijo...

El conocimiento de la inteligencia divina = amor.

J.