En la historia de la humanidad, en variadas ocasiones hemos oído de hablar del “Templo de Dios”. Sobretodo en los argumentos religiosos. Cómo no recordar un pasaje del Nuevo Testamento (Juan, 2) en donde Jesús indignado saca a todos los mercaderes del templo de Jerusalén, informándoles a los clérigos de ese lugar que destruyeran el templo y él lo construiría en tres días.
Seguramente muchos de los que presenciaron ese momento lo creyeron loco. Más su locura era muy cierta.
El templo de Dios sabemos que se refería a cada uno de nosotros, construido según el estilo arquitectónico que hemos elegido edificar para nuestras enseñanzas y aprendizajes. Así también la decoración, es la elección de nuestras tomas de decisiones que van ornamentando nuestro simiente como parte de la belleza de lo que somos.
Cada canto que allí penetre en dulce melodía, será para recordarnos constantemente que somos parte de Dios y por ende nuestro sentir, pensar, desear, actuar o hacer debiese ser de acuerdo aquella chispa divina que nos invoca a manifestar el amor al prójimo.
Si bien es cierto, somos humanos y olvidamos colocar ese bello coro en nuestro Templo, lo cual significa que actuamos en contra no solo de Dios sino de nosotros mismos, en ningún momento en ese instante discerniendo que existe una ley llamada Retribución.
Todo tiempo es en buen momento para iniciar a ordenar, limpiar, redecorar, cantar y crear, sólo cabe leer la parábola del hijo prodigo, en donde nos dice claramente “Hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por 100 justos que no necesitan de arrepentimiento”.
Aprovechemos el maravilloso regalo de la vida, para saldar aprendizajes, con el amor que se requiera, porque como seres únicos e irrepetibles, si estamos aquí siendo este Templo, no es por ser mejores o peores, sino por tener cada uno una misión conllevando ello La Ley de Renacimiento y Consecuencia.
“Haced con amor todo lo que vuestro sentir sienta que es apropiado sin dañar a quien esté a tu alrededor. Ocupa el tiempo en cuidar tu Templo, que lo demás vendrá por añadidura en el infinito amor de Dios”.
ANONIMO
7 comentarios:
Gracias por tu aporte amiga!! disculpa que no coloque la imagen que me enviastes que es muy hermosa pero por algun motivo no acepto subirla... así que espero que te guste esta.
Con amor...Luz
El pasaje de los mercadereces y jesus...nos enseña acerca de como muchas veces MALINTERPRETAMOS el sentido de incondicionalidad del amor.....su ausencia de condiciones radica en estar siempre dispuestos a aceptar a quien despierta del error sin juzgar el camino previo de errores que haya decidido tomar...el mismo budha, conocio muchos mundos diversos antes de iluminarse (que yo le llamaria mas bien despertar a la luz que siempre ha estado).....Sin embargo, este caracter incondicional, no signfica caer en el anti-don de la libertad del libre albedrio, dejando el propio templo a merced de todo el que quiera entrar en el.....el amor cristico, tiene siempre una condicion de sagrado, y esa sacralidad implica cuidados....prueba de ello, son los guardianes que se encuentran en los distintos portales, quienes custodian el libre transito....asi tambien, cuando entramos en el amor real por nosotros mismos, sin distorciones, comenzamos a cuidar dicho templo en sus esferas sagradas.
me gusto esta frase..."Ocupa el tiempo en cuidar tu Templo, que lo demás vendrá por añadidura en el infinito amor de Dios”.
Siempre es agradable leer a alguien que guía sus pasos con la interpretación intuitiva de la Biblia.
J.
son muy hermosos los temas musicales
deberia haber mas gente interesada en en dios para q estren a esta pagina llamare a mis amigos
Lo importante es manifestar a Dios en nuestro día, con nuestros pequeños actos y de seguro así todos se interesaran en él porque se manifestará a través de nosotros.
Con amor... Luz
. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
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