20 de agosto de 2011

La verdadera iniciación


“Que la Luz Divina y el espíritu de sacrificio en favor de la humanidad, marquen el horizonte en que desenvuelvas tu vida desde este momento” 
(Palabras de iniciación)

Existen muchas creencias acerca de la iniciación, sin embargo desde mi punto de vista la verdadera iniciación consiste en la transmisión de una influencia espiritual por medio de un rito.  No es más que un proceso simbólico de un compromiso que se realiza, cambio a una nueva etapa porque ahora nos sabemos merecedores de cambiar de nivel.

La mayoría de las personas piensan que vienen “guías o ángeles” a darnos la iniciación y aunque a muchos les sea útil de esa manera, yo me inclino a pensar en que la iniciación proviene de una trabajo arduo con nosotros mismos. Acaso el casarse, el cambiar de trabajo, el tener un hijo, el terminar una relación de trabajo, la muerte de un ser querido, una enfermedad no puede marcar el camino a tener una influencia mucho más poderosa con nuestra divinidad. Los chamanes realizan ceremonias o ritos simbólicos por cada uno de estos actos que mencioné anteriormente, pero en nuestra cultura se han dejado de lado estas ceremonias que permiten que nuestra psiquis exprese su dolor y realice un cierre adecuado al igual que una apertura a lo nuevo.

El mantener una actitud abierta, con la confianza de que si la vida nos presenta una circunstancia es porque interiormente poseemos todas las herramientas para salir fortalecido de la situación. En la mayoría de las corrientes de la “New Age” se habla de  que alguien con habilidades “especiales” nos otorga normalmente “a un precio en dinero”  múltiples iniciaciones por uno o dos días de taller, cuando realmente no existe una interiorización y un trabajo profundo donde se ejerce la voluntad para abrir nuestra consciencia a esta nueva etapa, desarrollando actitudes y acciones hacia un nivel de ideales más elevados.

Comulgo con lo que dicen las grandes Logias  porque ven la iniciación como un acto de renuncia y de voluntad que debe ser ganada por el adepto, entendiendo por este a aquella persona que sigue una idea o una serie de principios. Y cuando hablo de seguir me refiero a que hace que sus acciones sean coherentes con los ideales  en los que se comprometió.

Siempre tengo bastante cuidado de “prometer algo”, porque para mi cada promesa es un acto de iniciación el cual me esfuerzo en cumplir, cada acuerdo con el otro en cualquier tipo de relación puede marcar una puerta para aspirar a una mayor conexión con la divinidad ganando los dones que nos pertenecen por naturaleza.

Con amor…Luz

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No es tan simbólico que digamos.

Saludos

J.

Luz Rodríguez dijo...

Sí ya habíamos escritos una vez juntos de ello, pero hablo un poco de mi experiencia en el área!

Gracias por leerlo.

Con amor...Luz