“Que
la Luz Divina
y el espíritu de sacrificio en favor de la humanidad, marquen el horizonte en
que desenvuelvas tu vida desde este momento”
(Palabras de iniciación)
Existen
muchas creencias acerca de la iniciación, sin embargo desde mi punto de vista
la verdadera iniciación consiste en la transmisión de una influencia espiritual
por medio de un rito. No es más que un
proceso simbólico de un compromiso que se realiza, cambio a una nueva etapa
porque ahora nos sabemos merecedores de cambiar de nivel.
La
mayoría de las personas piensan que vienen “guías o ángeles” a darnos la
iniciación y aunque a muchos les sea útil de esa manera, yo me inclino a pensar
en que la iniciación proviene de una trabajo arduo con nosotros mismos. Acaso
el casarse, el cambiar de trabajo, el tener un hijo, el terminar una relación
de trabajo, la muerte de un ser querido, una enfermedad no puede marcar el
camino a tener una influencia mucho más poderosa con nuestra divinidad. Los
chamanes realizan ceremonias o ritos simbólicos por cada uno de estos actos que
mencioné anteriormente, pero en nuestra cultura se han dejado de lado estas
ceremonias que permiten que nuestra psiquis exprese su dolor y realice un
cierre adecuado al igual que una apertura a lo nuevo.
El
mantener una actitud abierta, con la confianza de que si la vida nos presenta
una circunstancia es porque interiormente poseemos todas las herramientas para
salir fortalecido de la situación. En la mayoría de las corrientes de la “New
Age” se habla de que alguien con
habilidades “especiales” nos otorga normalmente “a un precio en dinero” múltiples iniciaciones por uno o dos días de
taller, cuando realmente no existe una interiorización y un trabajo profundo
donde se ejerce la voluntad para abrir nuestra consciencia a esta nueva etapa,
desarrollando actitudes y acciones hacia un nivel de ideales más elevados.
Comulgo
con lo que dicen las grandes Logias porque ven la iniciación como un acto de
renuncia y de voluntad que debe ser ganada por el adepto, entendiendo por este
a aquella persona que sigue una idea
o una serie de principios. Y cuando hablo de seguir me refiero a que hace que
sus acciones sean coherentes con los ideales
en los que se comprometió.
Siempre
tengo bastante cuidado de “prometer algo”, porque para mi cada promesa es un
acto de iniciación el cual me esfuerzo en cumplir, cada acuerdo con el otro en
cualquier tipo de relación puede marcar una puerta para aspirar a una mayor
conexión con la divinidad ganando los dones que nos pertenecen por naturaleza.
Con
amor…Luz
2 comentarios:
No es tan simbólico que digamos.
Saludos
J.
Sí ya habíamos escritos una vez juntos de ello, pero hablo un poco de mi experiencia en el área!
Gracias por leerlo.
Con amor...Luz
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