LA MUJER EN LA NUEVA ERA

En la inmensidad del tiempo que circunda la historia real planetaria, queda aproximada la estimación de ella en muchísimos años, tantos que la mente se perdería en solo intentar elucubrar una ligera silueta de todos los hechos acontecidos.

Han pasado tantas cosas en este nuestro mundo, tantas, que el recuerdo pasó a llamarse leyenda, y las verdades, fantasías.

Pero no es la idea recolectar hechos pasados, la idea ahora es tocar un punto esencial, que terminó siendo fundamental en lo que somos hoy en día.Este punto lo llamo, la mujer en el plan divino para esta Tierra.

La humanidad como tal, es el resultado de muchísimas pruebas que básicamente fueron tomadas por ensayo y error, auspiciadas por la marea astrológica que dibujaba los esquemas e influía en los caminos a ser tomados. No hablaremos de quien decidía, ni porqué, tan solo diremos cual fue una de las decisiones que se tomó para nuestra enseñanza: El convertir a la mujer en un ser inferior.

En efecto, la mujer es un ser absolutamente tan poderoso y con tantas capacidades como el hombre. En perfecta simetría, en perfecta armonía, en perfecta igualdad con su par. Así dictó el universo, y así será siempre. Pero por cuestión de nuestra evolución como humanidad, y como prueba absoluta para dar ese paso trascendental y convertirnos en los seres más luminosos del universo, la mujer fue sacrificada y rebajada hasta intentar convencernos que el género femenino es como se pretende ver ahora. Nada más alejado de la realidad.

La mujer es un ser muy poderoso, exactamente igual que el hombre. Lo que pasó, fue que sus cualidades fueron mermadas, rebajadas, modificadas (incluso genéticamente) para poner aún más complicada nuestra evolución, al generar el orgullo del género masculino, y sentir que solo el hombre podría y debería ser quien guíe el destino de la humanidad.

Esto obviamente generó que el destino de la humanidad nunca llegue a buen puerto, y siempre se halle errado en el mismo círculo vicioso. Creando interminables conflictos y asegurando la lentitud y la equivocación.En esta nueva era, la mujer volverá a tomar la posición que le merece. Poco a poco los pueblos con mayor confusión (Ejem. Iran) dejarán de lado esta mentira, y devolverán a la mujer el sitial que le corresponde.

Jamás volveremos a ver a la mujer como un ser que solo sirve para procrear, que no puede ni debe pensar, ni como un objeto. Ellas mismas se darán cuenta que no solo tienen de su lado la belleza del verse, sino del Ser. Será más y más común ver a mujeres independientes, fuertes, seguras de sí mismas y con una forma de ser que incluso les parece "masculina" por la solidez de su mente.

El símbolo del ying y el yang, nos recuerda esta equidad. Una parte es el hombre, una es la mujer. Ninguno puede estar más grande o más chico que otro (no podríamos rodar).

¿Ven que tan simple es esta llave para la evolución de nuestra humanidad?

J.