8 de septiembre de 2009

¿Qué pasa en tu interior?



Qué pasa en tu interior?


¿Qué pasa en tu interior? Te esforzaste demasiado.

Superaste tus límites. Fuiste más allá de lo posible.

Subiste a la cima con tu último aliento, confiando en lo no visible,

y aún no sale el Sol. ¿Acaso es desilusión lo que muestran tus ojos?

¿Estás preguntándote de qué valió tanto sacrificio?

Aunque pueda parecerte una locura,

la respuesta la encontrarás al descender la montaña.

Comprendo que puedas enojarte.


Tanto dolor y entrega para subir y ahora hay que bajar.

¿Suena incomprensible, no?

¿Por qué la sonrisa se escapó de tu rostro?

¿Descender suena a derrota?

¿No ver el Sol implica que subir no valió la pena?

Este es el instante en donde

se ponen a pruebas las enseñanzas recibidas.

Cada paso que te animes

a dar te volverá más luminoso.

Ascender es animarse a dejar.

Descender es retomar lo dejado sin apegos.

Si creíste que subiendo trascendías

la opinión de los demás,

sólo bajando, y reuniéndote

con quienes te criticaban,

podrás saber si lograrás

moverte sin que las palabras te hieran.

¿Creés que así estás retrocediendo?

El que baja no es el mismo que quien sube.

La montaña que uno asciende

no es la misma por la que uno desciende.

La transmutación ocurre en múltiples direcciones.

No hay separación entre el hombre y la montaña.

La Verdad no anida en las alturas,

allí sólo se consigue mayor claridad

para poder percibirla.

Subir y bajar son excusas para movilizarnos

y mantenernos despiertos.

El Sol que fuiste a contemplar no se veía con los ojos.

Ahora lo sabes, podrías haberlo visto

sin dar un solo paso.

Sólo tenías que mirar en la dirección correcta,

hacia el centro exacto de tu propio corazón.

Si ascender te humaniza,

descender te otorga alas.

Nada podrá retenerte ahora.

Sois libre como el viento.

Aunque desde abajo no lo parezca,

la trampa más sutil está en la cima.

Ahora que regresaste, conoces la respuesta:

sólo descendiendo se asciende más alto,

porque se trasciende el apego a la cima.

Esta es la respuesta que

buscabas para volver a sonreír.



"Cuando tú ames lo que eres,

sin importar cómo seas,

entonces conocerás esta

magnífica esencia que yo amo,

que se halla detrás de todos los rostros

y dentro de todas las cosas"


Autoras: Angelina y flor Mirian

3 comentarios:

Ps. Carmen Gloria Segovia dijo...

Asi es, la espiral de evolucion es un sube y baja que va avanzando, donde el bajar, es el desapego de la meta, por eso en la cima espiritual no hay NADA, no hay metas ni logros, solo RESULTADOS MAS DOLOROSOS O MAS FELICES. Tampoco hay exitos ni fracasos, ni ganar o perder, el resultado siempre es un EMPATE entre subir y bajar. Por lo que no te empeñes en querer ganar al anotar un gol...el resultado siempre sera el EMPATE entre estas 2 fuerzas....centripeta y centrifuga, expansion y contraccion.
El CAOS necesario para que llegue el ORDEN. Dejate fluir tanto en su expansion como en su contraccion. En el sumergirse bajo las aguas para poder volar al cielo. La noche oscura para que brille mas radiante el sol
Es el momento donde se retrocede para avanzar, donde se vive la tristeza para alcanzar la verdadera alegria, donde se viven los miedos para lograr valentia, donde se vive la debilidad para alcanzar fortaleza, donde te contraes para expandirte, donde enfrentas la fantasia de demonios y dragones para disolverlos en la luz del sol, de la NO-DUDA, DE LA CERTEZA, DE LA FE

Ps. Carmen Gloria Segovia dijo...

.."Tenía fe. Y la fe no dejaría que el bosque fuese de nuevo poblado por escorpiones y serpientes"

Ps. Carmen Gloria Segovia dijo...

..."Aprendio que cada momento en la vida era un acto de fe. Que podía poblarlo con
serpientes y escorpiones, o con una fuerza protectora.
Que la fe no tenía explicaciones. Era una Noche Oscura. Y tan solo cabía a ella aceptarla o no".