20 de septiembre de 2009

El placer de la alegría



La alegría es como un río subterráneo cuyo cauce no puede ser alterado…en la superficie las personas pueden dañar el suelo, pero, abajo, el río sigue fluyendo, y puede que en un momento puede ser sólo un hilo de agua en la oscuridad. El placer de la alegría permite que cada paso que se realice con entusiasmo y esperanza...sin expectativas.



El agua que está en la superficie corre siempre el riesgo de ser contaminada o de secarse, pero el agua subterránea es impenetrable… y con la alegría ocurre exactamente igual…es un movimiento constante e invisible hacia delante…no es indiferente a los desafíos, pero cuando la superficie de la vida, sufre alguna perturbación, el río responde, cambia, corre e inunda, aunque continúe invisible…jamás se seca.


Creo que cuando no podemos encontrar la manera de reírnos de una situación dada, es porque no la observamos desde una perspectiva más amplia…hay que tener la capacidad de reírnos de nosotros mismos y de nuestros problemas…he logrado vivenciar que muchas de las situaciones que parecen conflictivas pueden desaparecer con tan sólo reírnos de ellas y si no lo hacen al menos sacamos una carcajada.



Se requiere una comprensión profunda para que alguien permanezca alegre, la necesidad de conocer y de anticipar despacio los movimientos de la mente y también la atracción de la vida misma junto con lo que es mejor para nosotros… la alegría es un estudio de la vida, y no es sólo aceptación de ella.., en muchas oportunidades se nos dice “no pienses demasiado” “acalla la mente” yo por experiencia he logrado saber que para estar contento se necesita que nos guste pensar muy profundamente, observar con mucho cuidado, responder con mucha calma, fluir con el tiempo y las circunstancias… y sobre todo el agua necesita la fuerza de la corriente para pasar por las extrañas curvas y saltos del subconsciente…sin la corriente podemos tener inteligencia, pero siempre habrá depresión y esta sensación simplemente puede estancarte… y la corriente no es más que la fuerza espiritual… esa que se gana de la conexión con la divinidad.


La sabiduría y la alegría poseen un trono en la corte celestial sin ninguna diferencia…la alegría para mi es saber que todo fluye y que algo se mantiene constante en mi interior es tener la certeza que dentro de mi todo está bien, pese a las circunstancias exteriores… en situaciones conflictivas las personas me dicen en muchas oportunidades ¿cómo puedes hacer un chiste de ello? Y siempre les respondo ¿qué de bueno hay en la vida sin la alegría, sin la risa? al final los que conocen a Dios saben reírse de la vida.


Se dice que sólo se necesitan siete músculos para reír y más de cincuenta para fruncir el ceño… me da la impresión de que Dios nos ha puesto más fácil lo que él quiere que hagamos…creo que prefiere vernos reír, porque al igual que nos encanta ver cómo lo hace otra persona, Él disfruta de la vida cuado sus hijos disfrutan.


Si por un día pudieras, incluso por una hora, cantar, danzar y celebrar, las aflicciones que tienes desde hace tanto tiempo se disolverían como hielo bajo el sol… es que no nos damos cuenta de de cómo nos aferramos a la miseria que nos hemos creado…pero hoy mismo puedes sentir ese río de alegría que corre en tu interior… yo personalmente lo visualizo como mi propia sangre… que recorre todo mi cuerpo llevando la felicidad a su paso y si encuentra algún obstáculo su fuerza es tan grande porque salio del corazón y por esto arrasa todo lo que encuentra con valentía … y lo más lindo es que es un constante circular… de esta manera se me hace imposible borrar esa sonrisa interna que siempre llevo, que parte de la alegría de estar viva.


Se que la verdadera naturaleza de Dios es la felicidad…y le servimos expresando alegría y nuestra recompensa será despertar a la realización de nuestro gozo en el suyo.


Con amor…Luz.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo personalmente soy testigo de cuanta verdad encierra este escrito, princesa tu alegria de vivir es casi mágica, es un don divino que tienes que pese a cualquier circunstancia siempre estas contenta, haces chistes, te ries de ti misma y tus payasadas como tu misma dices.

Princesa aunque algunas veces puedas estar tristes, como percibo que lo estas ahora, siempre te olvidas de ti misma para pensar en otros con mucha alegría; pero bella quiero que tu felicidad sea eterna, que la vida te regale lo mejor del mundo porque si hay alguien que lo merece eres tu.

Te quiero, Isma

Anónimo dijo...

Mi niña bella, Isma siempre me muestra lo que escribes y recien veo esto, sí es muy cierto que se te siente mucha felicidad y sabes que era lo que tu padre añoraba para ti, él siempre se sorprendio como transmitias alegria, él solo de verte ya era feliz, así que tienes su fuerza y su amor y la seguridad de que el está satisfecho de sólo pensar que sigues sonriendole al mundo pase lo que pase.

Eso lo heredastes de él es su legado, gracias por compartirlo con todos los que te amamos y un día como hoy recurre a esa alegría interior que es tan fuerte para ti, nunca te des por vencida, él jamás querría eso.

Te amo infinitamente mi sobrina bella,Francisco

Anónimo dijo...

Muy bonito Luz!

J.

Luz Rodríguez dijo...

Gracias Fran.. me hicistes llorar...si es cierto todavía recuerdo mucho su alegría.. y cada día de mi vida me viene a mi mente su maravillosa sonrisa...la llevo en mi corazón...y sí. de él tomo la fuerza de voluntad para seguir siempre adelante... me impulsa a la alegria de vivir...

Yo también te amo mucho tío... eres el mejor..

Con amor...Luz

Anónimo dijo...

La alegría viene mi querida Luz, de tener un soporte interno y que más para tenerlo que elaborar una misión de vida que marque una ruta a seguir y aporte serenidad interior.

Y comparto lo que dicen, tienes una alegría contagiosa.

Felipe Haynes

Ps. Carmen Gloria Segovia dijo...

la alegria implica tambien una trinidad, su polaridad negativa, el contacto con la tristeza; el que observa en forma neutral; y su polaridad positiva, el contacto con la alegria luego de trascender esa tristeza vivida. Cuando se viven estas 3 instancias, sin reprimirlas ni exhacerbarlas, ni quedarse detenidos demasiado en alguna de ellas, se puede finalmente llegar a la alegria como ESTADO, más allá de la emoción circunstancial

Anónimo dijo...

El sentir el fluir de la vida corriendo por tus venas, ya basta para ser feliz, por tener la oportunidad de estar en esta tierra experimentando nuestra divinidad.

Rafael