14 de septiembre de 2009

Sanación extendida



Hoy en día, en el campo del conocimiento generalmente aceptado, la memoria "útil" comienza a partir del nacimiento de la persona, o hasta incluso uno o dos años después, donde el infante ha madurado sus cuerpos sutiles. De hecho este conocimiento es correcto, hasta cierto punto, ya que la memoria ha sido borrada en la etapa de descanso entre muerte y nacimiento. Pero la memoria de la mónada, permanece siempre intacta, fusionada al átomo simiente que se encuentra en el corazón y donde está contenida la memoria del alma.


No siempre la explicación a nuestros temores se encuentran en los aspectos y situaciones que hemos vivido con este cuerpo. Muchas veces, un temor infundado, una decisión sobre otra, una necesidad diferente, o una inherente habilidad tienen relación con lo que hemos vivido antes, siglos, o incluso milenios atrás.

En mi caso, una de las sanaciones más costosas que considero necesitar, no pertenece a esta vida en concreto. Corresponde a miles de años atrás, y hoy en día sigue bastante vivo. Es algo que me sobrecoge con solo recordarlo.
No fue fácil para nadie dejar la casa para siempre, y menos en la forma en que esa noche todo desapareció. No haber podido superar esto en tanto tiempo, muestra la magnitud del temor y el dolor que sentí en ese momento de pérdida.

Esto, implicó en mí un temor a los lugares cerrados en donde el mar esté presente. Aunque mi episodio sucedió en una construcción pétrea cerrada con vista al cielo, que se inundaba de agua, el temor hacia sitios como acantilados, o formaciones cerradas de mar siempre me traen ese recuerdo a la mente y ese sentimiento terrible al corazón.

Las demás vidas, aunque variadas y emocionantes, nunca se compararon a tal situación. Pero nunca se intentó sanar del todo. Se logró un amor al mar abierto, más el otro temor persistía, aunque el trauma lentamente se fue disipando.
Hoy sé que tengo que cerrar esta deuda conmigo mismo. A puertas de entrar en una nueva Era para todos nosotros, todo temor se debe de saldar. Sé como hacerlo y lo haré.

También se que este temor ha sido germen de muchos otros temores. Como dije antes, el sentimiento de pérdida, el sentimiento de no confiar fácilmente (no era fácil aceptar que tanta belleza y poder podrían perderse tan rápido), el temor a dar todo, etc. y tantos otros.

Con esto, quiero definir la complejidad que implica el sanar nuestros temores. No es fácil, tal como tan solo proponerlo. Hay que tener conocimiento de ello.
Claro, no siempre son tan claros, pero los indicios se dan, y se pueden hallar perfectamente en la introspección de uno mismo. La clave está en reconocerlos, aceptarlos, despedirlos y transmutarlos con el amor más grande, ya que han estado con nosotros todo este tiempo para enseñarnos.

No echemos culpas en esta vida, que muchas taras pertenecen a bagajes pasados, y a situaciones de las que no tenemos conocimiento pleno, ya que lo actual puede que se trate de una magnificación del un temor muy pasado. Solo trabajemos concientemente sobre ellos, y comprendamos los temores de nuestros hermanos también

Pero vuelvo a repetir, lo primero es reconocerlos. El sentimiento primario será que pertenecen a esta vida, pero tomémosla como si pertenecieran de mucho tiempo más (es muy probable que así sea). Así sanamos rencores actuales, y nos elevamos por sobre situaciones y personas, haciendo de este, un trabajo enteramente personal. Como debe ser.


J.

10 comentarios:

Luz Rodríguez dijo...

Me encanta este escrito J. que bonito es ver que estas en observación profunda...

Nuestros temores se desvanecen si permitimos que el amor de Dios los ilumine con su luz, y cuando nuestro corazón desea con muchas fuerzas un cambio profundo en la humanidad, empezamos a darnos cuenta donde es el inicio de ese cambio (en nosotros mismos).

Gracias por compartir tu aprendizaje.

Con amor...Luz

Anónimo dijo...

Gracias Luz por tus bellas palabras.

J.

Ps. Carmen Gloria Segovia dijo...

Muy cierto J., en nuestra memoria celular se encuentran ancladas el recuerdo de tantas vidas, en especial de una epoca especial donde culmino un ciclo galactico, como lo sera ahora...el tiempo de atlantida y lemuria, desde donde tenemos enraizado el "gen del miedo y la duda" por decirlo asi.....una vez hice una meditacion del TRAUMA ATLANTE, por si quisieras hacer una limpieza de tu memoria celular al respecto, tengo bastante informacion....lo importante es que esos mismos cristales etericos que fueron desactivados, se estan comenzando a activar, como parte del plan divino de limpieza y ascension.

Ps. Carmen Gloria Segovia dijo...

y por supuesto el ADN, que en la medida que vamos sanando las capas de esta vida, podemos continuar con el pasado remoto, y asi el espiral de ascension de las capas inactivas de nuestro adn, estan y comenzaran gradualmente a activarse. Este nuevo ciclo que se aproxima es la gran oportunidad de recuperar la mente y el corazon de alta frecuencia que teniamos en esa epoca, agregandole un aspecto clave de evolución, llegar al EGO SAGRADO, de tal manera que nos permita ocupar todo nuestro potencial en AMOR

Anónimo dijo...

Muy interesante tu opinión Glo, pero la definición que le das a lo de Ego Sagrado me parece poco diáfana. Te refieres al ego, cuando deja de serlo?.

J.

Ps. Carmen Gloria Segovia dijo...

diafana? Todo, incluido el ego es susceptible de hacerse sagrado, y eso no es otra cosa que TRASCENDER tus intenciones genuinas, hacia intenciones mas amorosas. En parte si implica que deje de ser, en el sentido de vaciarse para trascender

Anónimo dijo...

Glo, el ego es algo que no existe. Es como la enfermedad, es algo que no es real, no existe. Son solo inventos ilusorios. Entonces algo que no existe, no puede volverse sagrado. Lo sagrado es dejar de hacer esas creaciones, y para ello solo basta reconocer que somos principio y final en una totalidad.

J.

Ps. Carmen Gloria Segovia dijo...

si el ego no existe, entonces como estas vivo?.....el ego enfermo es el que crea ilusiones separado de la fuente, y ahora vamos camino a ser ANGELES HUMANOS, con un ego trascendido por el SER ;)

Anónimo dijo...

El alma siempre ha existido, y siempre existirá. Lo que consideras estar vivo, es solo otro estado ilusorio, ya que la verdadera vida, es eterna.

El ego es un invento del Creador, para amarse a sí mismo y crear un estado aparentemente separado de la fuente, y así surgirse sobre sí mismo hacia un estado superior de evolución.

El ego podría analogarse con el olvido. El olvido es un concepto, no es algo real. Acaso podríamos llamar al olvido, un olvido sagrado?
Desde mi conocimiento, no es aplicable.

Pero bueno, estas son solo perspectivas que actuán como un mapa dentro de la percepción propia, y que nos ayudan a seguir un camino. En el transcurso, reformulamos este mapa según la claridad que lleguemos a tener.

J.

Ps. Carmen Gloria Segovia dijo...

lo importante es sanar las heridas, dejar de compensar las carencias, observar las sombras, conectarnos con las intenciones genuinas, y veras que el ego actuara en coherencia con la fuente, creando estados tal vez perennes pero con la posibilidad de llegar a un estado de aprendizajes mas felices y en mayor amor real....todo lo demas son constructos teoricos que formamos