Entre dos amores....

“Sí te dedicas a observar la belleza de la multitud de peces que hay en el mar… descubrirás tu propia belleza”

La adrenalina que produce en nuestro cuerpo el sentirnos enamorados, nos lleva a amar esa sensación y entonces constantemente añoramos vivir esta sensación que por momento nos hace creer que estamos volando… y entonces buscamos constantemente sentir esa misma sensación…

El amar “estar enamorado”, nos lleva en oportunidades a engañarnos a nosotros mismos pensando que el sentimiento se da por varias personas al mismo tiempo… conduciéndonos por el precipicio de la infidelidad o el coqueteo con otra persona… y generando una profunda culpa y ansiedad, además de poder defraudar la confianza que nuestra pareja ha depositado en nosotros… si bien es cierto no le hacemos daño a la persona directamente, se la hacemos a la relación y a nosotros mismos…

Existe un amor universal que sentimos por todas las personas… pero existe un amor sagrado que compartimos sólo con nuestra pareja y que lo ideal es que se dé con entrega, rendición y lealtad…esa personas es una extensión de nosotros mismos y por ende de Dios… es nuestro compañera o compañero, nuestra “ayuda idónea”… en la medida que aprendemos de la fe y el amor por nosotros mismos, en esa medida vamos internalizando el aprender primero a ser nuestra propia pareja sagrada… para luego compartir con el otro en total madurez y armonía…

La aventura, la emoción se puede dar al estar con nuestra pareja en ese estado de serenidad y de paz… nos lo da el cada día redescubrir aspectos en nosotros mismos y trabajarlos… el ver que es un proceso eterno… y por ende el también descubrir a nuestra pareja… y perfeccionarnos en el acto de amar… llevarlo al nivel más alto de divinidad… es lo más hermoso que podemos experimentar en esta vida… el descubrir nuestra divinidad y la de nuestro ser amado…el colocar luz en los aspectos donde se perciban las sombras… el aceptar lo que no podemos cambiar… y el por sobre todas las cosas amar… es toda una aventura cargada de emociones dignas de cualquier turismo aventura…

Si no logramos sentir la hermosa sensación de enamorarnos de nosotros mismos… es probable que constantemente estemos buscando… como adictos la misma sensación “en el afuera”… pero sólo es un espejismo de nuestro reconocimiento y mientras no aprendamos a hacerlo con nosotros mismos, estamos imposibilitados de hacerlo de otra persona… es importante despertar de la ilusión del “falso amor”, éste que no hace más que llenar en apariencia nuestro propio vacío interior… en una y en otra persona… alejándonos cada día de nuestra esencia…

Pidamos a nuestro Dios interno que nos de sabiduría y que nos haga descubrir el amor verdadero dentro de nosotros… ese que viene de reconocer nuestra esencia… ya esto implica suficiente aventura para el resto de nuestra vida… el sumergirnos en nuestro Ser y buscar dentro los hermosos tesoros que yacen escondidos… el seguir el camino del medio… el camino de Dios es la mejor elección que podemos hacer…porque sólo nos trae paz… y sobre todo amor infinito….

Con amor…Luz.