7 de agosto de 2009

Desinterés en los resultados


“El auténtico amor es desear el bien del otro y el amor romántico es desear al otro”.
(Margaret Anderson)

Para vivir con amor se necesita fe y esperanza en un orden universal elevado de la vida… es esperar que cuando amamos a otras personas (aunque no nos compensen como esperamos) vivimos una experiencia que es buena sobre todo para el desarrollo de nuestra alma, y significa también desinterés…el amor que se brinda esperando algo es un amor con ataduras, y estas tienen más que ver con el poder y con el ego que con el amor real.

El auténtico afecto es desinteresado y no espera nada a cambio, se limita a conservar la fe y la esperanza y a practicar uno de los actos más elevados del espíritu: amar a nuestro prójimo…las leyes del universo dicen que recibiremos diez veces lo que seamos capaces de dar, pero nunca especifican que será, ni cómo, ni dónde.

Vivir con y en el amor significa qué, aunque no conozcamos los resultados, la experiencia es siempre beneficiosa para nosotros… obviamente no es fácil, sobre todo cuando aparentemente damos más de lo que recibimos, en mi caso escribo diariamente en mi diario todas las cosas buenas que recibo en el día a día y enfoco mi atención en ello… y siempre me deja es una sensación que recibo mucho más de lo que doy.

Si no recibimos el afecto que expresamos, es importante reflexionar en nuestra idea del amor y de la forma de manifestarlo (aquí juega un papel importante nuestras relaciones primarias, ¿qué aprendimos del amor cuando niños?)…puede que necesitemos reforzar nuestros límites, no para construir un muro sin puertas ni llaves, sino para analizar cómo expresamos los afectos, porque vivir con amor no quiere decir exponernos a las ofensas o a los malos tratos… por este motivo si alguien no nos devuelve el amor que le expresamos, nunca nos empeñaremos en seguir formando parte de su vida, por el contrario, lo dejaremos ir enviándole pensamientos positivos…y esto con la finalidad de ser amables y considerado con nosotros mismos, que a muchas personas que están en el mundo espiritual las engancha a situaciones dolorosas, recordemos que el maestro Jesús dijo “Amad a tu prójimo como a ti mismo”.

El principio de fe, esperanza y desinterés es uno de los más difíciles de practicar, porque nos obliga a desprendernos del ego y a reemplazarlo por el espíritu; y para practicarlo hay que renovar a diario nuestra voluntad de vivir con amor, y algunos días hay que renovarla varias veces, especialmente en aquellos momentos de la vida que todo pareciera que va mal…hay que practicar este principio no solo en las relaciones con los demás, sino en todos los aspectos de la vida.

Pero no debemos llevarlo al extremo, ya que practicar la fe, la esperanza y el desinterés no significa dejar de actuar…vivir con amor y en amor es cuidar de uno mismo, y para ello tener metas, querer a nuestros semejantes y esforzarnos por realizar nuestros deseos, pero siempre de un modo desinteresado y confiando que todas esas experiencias forman parte del proyecto divino.

Con amor…Luz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Luz arriegarse amar ya es toda una ganancia y me da mucha alegría que lo estes comprendiendo ahora, mi niña que linda de que busques un amor más elevado porque ese te hace cumplir tu mision de vida de la mejor manera.

El afanarse en cosas que nos atan al pasado de sufrimiento y dolor no nos ayuda a nosotros ni al mundo en general, ya es hora de que nos quitemos la idea del amor sufrido y empecemos a amar en plenitud desde la consciencia cristica.

Cultivemos primero nuestro espacio persona y cultivar alli las perlas de sabiduría que nos llevan por la senda de la verdad.

Y algo muy importante nunca te arrepientas de sumergirte en las aguas turbulentas de las emociones, porque como tu imagen muy bien lo simboliza Cristo te espera allí.

Que las flores renazcan en tu Cruz! Mercedes

Anónimo dijo...

El servicio desinterasado siempre está lleno de amor y hoy día se requiere de personas que irradien suficiente luz para los cambios que se avecinan y que bonito que seas todo un faro con tu inmenso corazón lleno de luz encendida de llama cristica.

Tu belleza exterior es sólo un fiel reflejo de tu belleza interior.

Felipe Haynes