SEÑALES

Algunas veces cuando siento que mi meta esta muy lejana y mi fe está a punto de quebrantarse, miro al cielo y respiro profundamente y me hago preguntas…esperando señales de ese hermoso cielo… la otra noche me preguntaba ¿dónde está ese mundo de amor y de fraternidad que tanto añoro? ¿existe un lugar allí en el infinito universo donde esto es posible?... allí en medio de la noche de pronto paso una estrella fugaz muy hermosa y sentí una gran emoción en mi corazón.

Y en ese momento sentí la respuesta…claro que existe ese lugar, pero no donde lo busco, no de la manera que lo percibo…ese lugar solo existe en mi corazón, allí escondido esperando ser visitado. De pronto sentí una inmensa alegría de sentirme allí, de que puedo estar el tiempo que desee y puedo invitar a todos los que me encuentre a pasar una maravillosa velada en él…de esta manera no existe ya la desesperanza, o la tristeza y se vuelve firme mi creencia de que tenemos todo para ser felices y de esta manera transferir ese mundo soñado desde nuestro corazón al exterior.

La mejor manera de enseñar es compartir con los demás. Mi vida es una lección para mí y para el mundo, al igual que lo es la tuya. Mi experiencia es una ilustración de la verdad de Dios manifestada. Mis “fracasos” son tan educativos como mis triunfos. Todos los sentimientos, problemas e intuiciones están aquí para la edificación de la humanidad. Cuando una persona crece, toda la humanidad lo hace también, cuando conquista una limitación personal, la humanidad crece. Todos estamos purificando al universo de “errores”. Cuando vivimos de acuerdo con la Verdad, los pensamientos y acciones envían ondas que despiertan la conciencia de la Verdad en todos los seres vivos. Nuestra vida es un sacrificio de servicio. Cuando conocemos a Dios, acercamos la creación a Él. De esta manera nos convertimos en verdaderos instrumentos de la Paz de Dios; una paz que Él comparte con todos a través de cada uno de nosotros.

Con amor…Luz.